La heladería ofrece helados artesanales, con una gran variedad de sabores deliciosos. Además, cuentan con opciones vegetarianas, como el helado vegano.
La atención al cliente es excelente, con un personal muy agradable y simpático. Siempre te hacen sentir bienvenido y se esfuerzan por brindar un buen servicio.
El sabor más recomendado por los clientes es el Kinder, aunque también destacan el de pistacho y el de piñones. Los helados son de alta calidad y muy sabrosos.
La heladería suele estar bastante concurrida, pero la cola se mueve rápido y la espera vale la pena. Aunque hay pocas mesas para sentarse, la experiencia en general es muy positiva.
Sin duda alguna, recomendaría esta heladería a cualquier persona que busque disfrutar de helados de alta calidad a precios moderados. Es un lugar que vale la pena visitar en Málaga.